Repasa los momentos clave de la operación para cazar a Mohammed Merah, el asesino confeso de 7 personas que puso en jaque a las fuerzas de élite francesas.
La policía francesa localiza un domicilio en Toulouse donde se encuentra el sospechoso de haber asesinado a siete personas -un rabino, tres niños y otros tres militares- en los últimos días. Al llegar los agentes, el sospechoso dispara contra ellos, usando armamento militar, y hiere de bala a dos agentes.
Tras los disparos, se inicia un proceso de negociación para conseguir que el sospechoso se rinda: quieren capturarle con vida. La madre del sospechoso es trasladada hasta las cercanías del edificio ubicado en la calle Sergent Vigne para que colabore en la operación. Se niega, alegando que no tiene poder bajo su hijos. Hasta tres familiares del sospechoso son puestos bajo custodia policial.
Claude Guéant, ministro del Interior, desvela la identidad del enemigo público número 1 del momento: Mohamed Merah. Francés de origen argelino, tiene 23 años y las autoridades se muestran "seguras" de que es el asesino en serie que estaban buscando. Guéant informa de que en la negociación, Merah ha declarado que tiene intención de entregarse por la tarde.
Pasan las horas y poco a poco avanza la negociación. Merah accede a entregar una pistola a cambio de un teléfono, aunque conserva varias armas militares, como un Kalashnikov o una metralleta Uzi. Sí informa, sin embargo, de dónde ha escondido un Renault Mégane con más armas y explosivos. En la operación toman parte activa los RAID, la polícia de élite francesa, especializada en resolver secuestros.
Desde el Elíseo y antes de viajar hasta la zona para asistir a un homenaje a los militares presuntamente asesinados por Merah, el presidente francés hace un llamamiento a la unidad. La cadena de asesinatos provocó la suspensión temporal la campaña para las elecciones presidenciales que se celebran en abril. Durante la negociación con la policía, Merah, mecánico de 23 años, confiesa los hechos, habla de su formación a manos de Al Qaeda y se lamenta de no haber matado a más personas.
Los vecinos del edificio en el que se esconde Merah son evacuados por la policía, tras pasar toda la noche recluidos en el interior de sus casas. En el vecindario se respira calma, aunque no dejan de llegar coches policiales, de bomberos y vehículos medicalizados. La presencia de periodistas es masiva.
El ministro del Interior, Claude Guéant, le describe como un "un pequeño delincuente" que se habría radicalizado en "un grupo salafista" de Toulouse. Posteriormente, viajó a Pakistán y Afganistán, donde se consolidó su radicalismo. En la negociación, Merah desvela que tiene grabaciones de los asesinatos que había cometido y da indicaciones exactas para localizar las cintas de vídeo. En las imágenes se puede ver cómo en el primer asesinato, el de un militar del regimiento de paracaidistas ocurrido en Toulouse el pasado 11 de marzo, le dijo a su víctima: "Tú matas a mis hermanos, yo te mato a ti".
La cadena de televisión francesa BFMTV informa erróneamente de que la Policía francesa ha asaltado la casa del sospechoso y ha logrado detenerle. Un extremo que se apresura a desmentir el ministro del Interior, Claude Guéant. En esos momentos, llega a Toulouse Nicholás Sarkozy que se apresura a dirigirse al cuartel desde el que se dirige la operación. Además, la policía halla explosivos en el coche de un hermano de Mohamed Merah.
El fiscal de Paris, François Molins, desvela que el sospechoso planeaba volver a atentar este mismo miércoles contra un "militar a la salida de su domicilio" y ya había localizado a otros dos policías de Toulouse como futuras víctimas. Merah, en sus conversaciones con los negociadores, accede a entregarse al final de la tarde y reivindica los tres ataques que, según asegura, cometió "en solitario". Los negociadores graban el audio de los contactos que mantienen.
Sonriente, mirando a cámara y haciendo piruetas con un coche. Esas son las primeras imágenes hechas públicas por la cadena pública France 2 de Merah, que según desvela el ministro del Interior, Claude Guéant, ha confesado haber sido entrenado por Al Qaeda en Pakistán. "Le habían propuesto incluso propuesto provocar un atentado suicida que rechazó, pero aceptó una misión general para cometer un atentado en Francia", sostiene Guéant. Las conversaciones con el sospechoso están en este momento rotas, por primera vez desde las 7 de la mañana.
Los negociadores optan entonces por una estrategia de desgaste mental: cortan el suministro eléctrico en el vecindario, además de provocar detonaciones y disparos regulares para obligar a Merah a reaccionar. Con las explosiones consiguen hacer volar la puerta de entrada del inmueble. Según fuentes de los RAID, en la operación prima la "prudencia" porque la orden de Sarkozy es clara: capturar vivo al sospechoso.
Amanece tras la tensa calma de la noche y el ministro del Interior, Claude Guéant, informa de que "no saben si Merah sigue vivo" al no escuchar ruidos en el piso durante varias horas. En el vecindario, las calles continúan cerradas y llegan más coches de bomberos y vehículos medicalizados.
Ante la nula reacción del sospechoso, agentes de la unidad especial RAID inician el asalto al apartamento de Merah y lanzan tres granadas de mano. Avanzan paso a paso pero no hay ni rastro del asesino confeso. Colocan cámaras de control remoto en las habitaciones para dar con Merah y evitar los riesgos de ser abatidos. Así se escucha el tiroteo desde la calle.
Estaba agazapado en el baño y armado con al menos un Kalashnikov y un arma corta. Ha muerto de un tiro en la cabeza en el tiroteo, mientras saltaba por la ventana del balcón. Dos agentes resultan heridos.
Sarkozy comparece para defender que se ha hecho "todo lo posible" para llevar a Merah ante el juez. Anuncia cambios legales para perseguir la apología del terrorismo en internet y reanuda su campaña.