En un 28,4% de las experiencias analizadas, las personas responsables de la
agresión o humillación fueron chicos jóvenes que estaban de fiesta. Las personas
sin hogar se han convertido en el "objeto de diversión"
de algunos chavales, que les insultan y agreden durante la noche.
Un 12,8% de los incidentes o delitos
de odio analizados estuvieron protagonizados por vecinos del barrio en el
que las personas sin hogar suelen pernoctar, y en un 18,3% de los casos, las
víctimas no pudieron identificar a las personas agresoras.
Más preocupante es el 10,1% de los casos en los que se denuncia a la policía por el trato recibido. Las identificaciones discriminatorias, las vejaciones, el daño de las pertenencias y las agresiones físicas por parte
de la policía llaman especialmente la atención por tratarse de funcionarios públicos dedicados a proteger y servir a todos los ciudadanos. También a los más pobres.
Es posible que las agresiones por parte de grupos nazis hacia las personas sin hogar sean especialmente mediáticas y generen la sensación de ser un problema en el que los agresores están totalmente identificados con este espectro ideológico. Sin embargo este tipo de agresores estuvieron implicados "sólo" en un 7,3% de las experiencias.