Una aplastante mayoría de niños que se han visto expuestos al ciberacoso desarrollan diferentes trastornos emociones y psicológicos que pueden arrastrar hasta la adultez. Son varias las consecuencias que produce el ciberacoso a las víctimas, las principales son la ansiedad (73,8%), la depresión (70,5%) y el miedo (59,0%).
La ansiedad conlleva problemas para dormir, nerviosismo o cambios de humor constantes. De su mano va la depresión. La persona que ha sufrido el acoso puede experimentar aislamiento social (29,5%), irritabilidad y empezar a tener una visión de la vida pesimista. Todo esto puede conllevar a una bajada en el rendimiento escolar (19,7%).
La consecuencia más extrema del ciberacoso es el suicidio. En España, en un 8,2% de los casos se han producido autolesiones o intentos de suicidio. Las redes sociales tienen un gran impacto social, por lo que es crucial proteger a los menores para minimizar las consecuencias futuras. Ahora los padres pueden instalar aplicaciones en los móviles de sus hijos para que estos no tengan acceso a contenidos violentos, que fomenten las tendencias suicidas o a autolesionarse.
En octubre de 2015, Diego González, un niño de 11 años, se suicidó tras sufrir un presunto acoso escolar. Desde 'Informe Semanal: La última carta de Diego' analizaron el caso. (Emisión: 30/01/2016)