Cada día se destruyen en España 21.000 toneladas de comida, de las que unas 1.000 son responsabilidad del sector de la distribución comercial. Entre el 4 y el 10% de la comida que compran los restaurantes acaba en la basura, pero más alarmante aún es la cifra de desperdicio en caterings: no baja del 20% y puede alcanzar hasta un 50%.
¿Qué hacen los supermercados e hipermercados con la comida que no venden?
FACUA realizó un estudio en 2014 en el que solo nueve de 28 cadenas de distribución respondieron. La mayoría del sector ha optado por ocultar si llevan a cabo políticas sociales corporativas para donar productos aptos para el consumo a bancos de alimentos, comedores sociales y otras organizaciones solidarias en lugar de tirarlos a la basura. Algunos supermercados cuentan con políticas más completas que otros, pero en términos generales los nueve que respondieron donan sus productos sobrantes a comedores sociales y organizaciones no gubernamentales.
En el mejor de los casos, las tácticas que aplican los supermercados en su día a día son las siguientes:
1. Aprovechar todo el producto: comprar toda la producción que genera el proveedor; sinergias entre proveedores.
2. Garantizar máxima frescura: minimizar el procesamiento de los productos, especialmente perecederos; servicio diario desde el proveedor; FIFO (lo que entra primero sale primero); stock 0; control de temperaturas; servicio diario a tienda; prioridad a las fechas cercanas de caducidad.
3. Evitar prácticas que produzcan roturas.
4. Lo que pido lo vendo: dar salida a todo con pedidos estables y planificados; fabricación diaria de pedido; adaptación del surtido según las necesidades y hábitos de consumo de los clientes.
5. Lo que compro lo consumo: no hay ofertas 3x2. Siempre está implantada la “Política de Precios Bajos”.