La provincia con menor densidad de población es Soria, con 8,7 habitantes por kilómetro cuadrado, seguida de Teruel (9,1) y Cuenca (11,8). En el extremo contrario se sitúa la Comunidad de Madrid con un índice de 806,8 y Barcelona (708,3). La densidad media del país es de 92 habitantes por kilómetro cuadrado.
Según explican Luis Antonio Sáez y Vicente Pinilla en el informe sobre la "Despoblación Rural en España: génesis de un problema y políticas innovadoras" del Centro de Estudios sobre Despoblación y Desarrollo de las Áreas Rurales (CEDDAR), Soria, Teruel y Cuenca constituyen "uno de los mayores desiertos demográficos del continente europeo".
Estos dos autores señalan que ya eran provincias con una densidad de población muy baja en 1860, pero que a partir de 1950 experimentaron un "declive impresionante". Cuenca, por ejemplo, perdió "aproximadamente un tercio" de su población en la segunda mitad del siglo XX y Soria y Teruel "más del 40%", según destacan. En los primeros años del siglo XXI ganaron algo de población con la llegada de inmigrantes, pero a partir de del año 2008 han vuelto a perder habitantes en el contexto de crisis económica, destaca el informe.
Mercedes Molina, catedrática de la Complutense, rechaza que se hable de estas tres provincias como la "Laponia española" porque, asegura, "no se debe confundir la despoblación de la España interior con las regiones escasamente pobladas del norte de Europa" donde hay unas condiciones climáticas extremas, pero sí se ha mantenido una población joven.