El suicidio provoca en torno a 800.000 muertes en el mundo, más que las guerras y los homicidios juntos.
No es fácil recoger datos fiables en todo el mundo sobre el suicidio y los intentos de suicidio. La OMS trabaja con los datos de solo 60 estados miembros que disponen de un registro civil de buena calidad para estimar tasas de suicidio.
Como se aprecia en la gráfica, España (7,6) posee unas tasas de suicidios significativamente menores que otros países. Algunos países exsoviéticos Lituania (29,8), Hungría (19,4), Latvia (18,1), Eslovenia (18,1), Estonia (17,5) encabezan las lista, junto a Corea del Sur (28,7) y Japón (17,6).
En su parte más baja se sitúan Sudáfrica (1,2), algunos países mediterráneos como Turquía (2,6) o Grecia (4,7) y países sudamericanos como Colombia (4,8), México (5,5), Brasil (5,7).
Nuevamente es difícil encontrar causas científicas que expliquen estos datos. Según la OMS, el suicidio se puede producir a cualquier edad, y en 2016 fue la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años en todo el mundo; es un problema global que afecta a todas las regiones del mundo.