El Museo Nacional de Coches portugués, situado en el barrio lisboeta de Belem, está ubicado en un espacio amplio que conecta a través de una pasarela sus dos edificios. Fue construido en 2015 por un consorcio de estudios compuesto por Paulo Mendes da Rocha, MMBB Arquitetos, Bak Gordon Arquitectos.
Recubierto de un blanco mayúsculo, el nuevo museo es uno de los atractivos turísticos que Lisboa ofrece en esta zona de la ciudad para reactivar Belem como zona de tránsito de los visitantes. Además, conecta la ribera del Tajo con las grandes avenidas de Belem, salvando así el paso ferroviario.
En cuanto a su estructura, el edificio principal contempla 14 pilares, mientras que las oficinas están edificadas en tres prismas independientes en los que la luz natural se tiene muy en cuenta.