¿Nos espían nuestros teléfonos móviles?
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Tecnología Por Daniel Escot

¿Nos espían nuestros teléfonos móviles?

¿Es una leyenda urbana o una realidad? ¿Escuchan nuestras conversaciones? ¿Activan la cámara sin nuestro permiso? 
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Tecnología

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¿Leyenda urbana o realidad?

¿Te ha ocurrido alguna vez ver anuncios de hoteles en París, Nueva York o Londres en tu teléfono móvil justo después de hablar con alguien de ese destino para irte de vacaciones? Seguro que esta historia te suena. Eso quiere decir que ¿escuchan nuestras conversaciones? ¿Realmente nos espían? Según Marina Brocca, consultora en protección de datos, no lo hacen.

La experta asegura que no es cierto que las empresas nos espíen de forma deliberada. Dice que lo que realmente ocurre es que los usuarios dan permiso para escuchar y mandar publicidad. En el momento en el que se le da acceso al micrófono para utilizar las funciones de voz, se le está permitiendo utilizar esa información.

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Android nos espía

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Evitar 
que nos espíen 

Los usuarios están habituados a descargar aplicaciones sin leer las condiciones de uso. Con tal de tener la aplicación en el teléfono móvil, el usuario acepta cualquier cosa, ya que no quiere perder el tiempo leyendo textos largos y complicados de entender.

En el momento que descargamos una aplicación, le estamos dando permiso para que accedan a nuestras imágenes, a nuestro micrófono, a nuestra agenda de contactos. El usuario tiene que ser consecuente con lo que está descargando y tener claro si los permisos que requiere la aplicación son los adecuados.

Por ello, antes de descargar cualquier tipo de aplicación, hay que tener en cuenta que solo se deberían descargar aplicaciones de 'stores' de confianza y seguras. Muchas aplicaciones están exigiendo permisos que realmente no necesitan. Después de descargarla, hay que revisar esos permisos y asegurarnos que los que están activados son necesarios para el correcto funcionamiento de la app. 

Otro de los consejos es actualizar las aplicaciones cada vez que haya una actualización.

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¿Qué peligros conlleva no revisar o leer atentamente las condiciones de uso?

He leído y acepto los términos y condiciones de uso'. La realidad es que la mayoría de usuarios no lo hace, simplemente aprietan el botón de aceptar y comienzan a utilizar la aplicación. El experto en ciberseguridad, Deepak Daswani, nos habla de qué peligros conlleva aceptar las condiciones de uso sin haberlas revisado o leídas atentamente. 

Robar información y poder obtener datos personales son dos de los principales peligros que hay al aceptar las condiciones de uso sin leerlas.
Puede suceder que la empresa o desarrollador que esté detrás de la aplicación haga un uso ilegítimo de la información que es capaz de obtener a través de los dispositivos móviles. Por ello, las empresas deberían de simplificar los términos y condiciones de uso, hacerlos más entendibles, con el fin de ser más transparentes con el cliente.


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WhatsApp detecta una vulnerabilidad que permitió a hackers instalar software espía

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LaLiga sancionada con 250.000 euros por la Agencia Española de Protección de Datos

En España hemos vivido un caso muy similar. El pasado mes de junio, la aplicación móvil de LaLiga fue sancionada con 250.000 euros por la Agencia Española de Protección de Datos por usar el micrófono y la geolocalización de sus usuarios con el objetivo de detectar la señal pirata de bares que emiten partidos de fútbol.

Amazon escucha las conversaciones de los usuarios con Alexa

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¿Tienen que estar los medios en estos dispositivos?

Es el gran debate de los medios de comunicación. Estar o no presentes en estos dispositivos. Hacer o no contenido para que se consuma en plataformas que han confesado escuchar las conversaciones privadas, aunque no para fines comerciales sino para mejorar el sistema de reconocimiento de voz.




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¿Qué peligros conllevan los retos digitales?

Seguro que no te has parado a pensar en cómo expones tu privacidad a terceros cada vez que subes una foto a tus redes por tendencia o debido a algún “Challenge”.

El último reto viral: FaceApp ¿Estamos entregando nuestra privacidad?

Cualquier persona que haya subido su rostro en esta aplicación, acompañado de su nombre real y otros datos de interés, puede ser capturado de manera digital para futuros usos de reconocimiento facial. En las políticas de privacidad, esas que tanto nos gusta aceptar sin leer, se indica que la información recopilada de los usuarios es almacenada y procesada en Estados Unidos y otras regiones en donde la empresa, aliados y socios poseen instalaciones. Además, a diferencia de otras aplicaciones, como por ejemplo Instagram, FaceApp no especifica el uso que se le dará a las fotos e información una vez que esta desaparezca.  

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Otras modas digitales; ¿te suenan?

Desde ver cómo serías si cambiaras de sexo, o cómo eras hace 10 años... los retos que circulan por nuestras redes sociales se alimentan de tus datos y tus imágenes. Aquí tienes cuatro modas digitales de los últimos años:
CAMBIO DE SEXO
Ver cómo serías si fueses del sexo contrario es otra de las ofertas de FaceApp y que se hizo viral antes de que el filtro de anciano conquistase las redes sociales. El mecanismo es siempre igual, escoge una foto de la galería o hazte un selfie al momento y la app hará el resto. 
#10YEARSCHALLENGE
Este es un reto en el que los usuarios publicaban dos fotos, una actual y otra 10 años atrás. La gente mostraba cómo habían cambiado. Estas imágenes fueron utilizadas por las grandes redes sociales, para entrenar sus herramientas de reconocimiento facial.  
FILTROS
Snapchat es otra de las aplicaciones estrella en lo que a filtros se refiere. Uno de los que más triunfa es el del bebé. Todo el mundo se toma fotos, prueba los filtros y comparte los resultados. Nuestra imagen es almacenada y puede ser reproducida, modificada o publicada por Snapchat. 
ARTS AND CULTURE 
Solo con un selfie, esta app de “Google” te encontraba un doble entre miles de personajes artísticos. Es tentadora la curiosidad de saber si te pareces a alguna obra de arte pero a la vez, es peligroso. Estamos ante otro método de reconocimiento facial con el fin de mejorar el logaritmo.