Fernando de Magallanes lidera una expedición en busca de las especias
Desde Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) parte esta expedición con 239 hombres a bordo de cinco grandiosas naves, bautizadas como 'Trinidad', 'San Antonio', 'Concepción', 'Victoria' y 'Santiago'.
Les guía un objetivo ambicioso: encontrar una nueva ruta hacia las Islas Molucas, un archipiélago de la actual Indonesia, que también era conocido como 'Las islas de las Especias'. Van en busca de estos condimentos para preservar los alimentos pero logran algo mucho más grande: ser los primeros en dar la vuelta al mundo.
De las tormentas en alta mar al paraíso natural
Tras más de dos meses de travesía por el Atlántico, entre tormentas tempestuosas, los navegantes desembarcan en la Bahía de Santa Lucía, en la actual Río de Janeiro. Un viaje duro que relata el italiano Antonio de Pigafetta en sus crónicas y quien navega hasta el final de la expedición.
Al avistar la costa brasileña, Magallanes manda no desembarcar por ser territorio portugués y continúan travesía hacia el Sur, hasta una paradisiaca bahía. Deciden al fin tomar tierra y comercian con los indígenas.
Las crónicas relatan que el instante en el que las tormentas dejaban paso a los rayos del sol eran vividos por los navegantes como un instante divino y creían ver a San Telmo. Esta imagen celestial les salvaba de morir ahogados, según creían.
No encuentran paso hacia el Pacífico
Al continuar con la ruta, la expedición alcanza el límite del mundo hasta entonces conocido: se encuentran a 35° Sur de la Costa Sudamérica, en el Cabo de Sta. María. Magallanes cree haber hallado el estrecho que cruza el continente, pero en realidad se trata del Mar de la Plata.
¿Cómo sobrevivían en la mar?
Además de alimentos no perecederos, para poder comer carne en buen estado embarcaron animales vivos que eran sacrificados a lo largo de la travesía. A bordo también transportaron objetos para el trueque con los indígenas: desde espejos, tijeras o cuchillos, hasta gorros, cascabeles o perlas y gemas falsas.
Descubren a los "gigantes" de la Patagonia
Los navegantes se convierten en los primeros hombres en surcar las aguas de la costa de la Patagonia, donde avistan a los "gigantes", indígenas tehuelches de mucha altura. Les enseñan español pero solo uno es capaz de hablarlo, a quien llamarán Juan. Antes de partir, embarcan encadenados a otros dos 'gigantes' con la intención de llevarlos a España.
Magallanes da nombre a la Patagonia, en referencia a los grandes pies de los indígenas de esas tierras. Además, son los primeros europeos en ver un pingüino.
El motín contra Magallanes
Seis meses después de iniciar la travesía, la tripulación desembarca en un golfo que llaman Puerto de San Julian, un lugar en el que pasarán algunos de los momentos más duros de la ruta. El frío y el hambre les dejan la moral por los suelos.
El malestar de los capitanes de las naves 'San Antonio', 'Concepción' y 'Victoria' desencadena un motín contra Magallanes, pero ninguno puede desbancar al gran explorador: Luis de Mendoza muere durante la insurrección, Gaspar de Quesada es ejecutado y Juan de Cartagena, desterrado junto a un clérigo. No hubo más bajas porque la expedición no se las podía permitir.
Un naufragio del que se salva la tripulación
La primera nave que se malogra durante la ruta es la 'Santiago', que había avanzado en solitario para reconocer la costa. Por suerte, toda la tripulación sobrevive y el capitán Juan Serrano envía dos hombres por tierra a San Julián para pedir auxilio.
Magallanes envía víveres durante los dos meses que quedó varada la nave, pero pronto continúa la expedición.
Un giro inesperado
La expedición, que avanza desmoralizada, halla un estrecho a 52° de latitud meridional, pero el temor a cosechar un nuevo fracaso provoca tensiones sobre cómo continuar.
El marinero Esteban Gómez, que viaja a bordo del 'San Antonio' y que guarda rencor a Magallanes por el proyecto de una expedición previa, es protagonista de esta etapa. Tras amotinarse contra el primo de Magallanes, que capitanea el 'San Antonio', toma el control de la nave y regresa a España. Solo tres naves continuan la aventura.
Magallanes cumple la primera misión: atravesar el continente americano
Tras la deserción de la nave San Antonio, la travesía se vuelve aún más tortuosa, porque con ella se ha marchado la mayoría de los alimentos. Pero el desánimo no cunde en la mente de Magallanes que poco después alcanza su primer gran logro: atravesar el continente a través del Estrecho de Magallanes y llegar a Cabo Deseado. Descubren sin pretenderlo un nuevo océano, el Pacífico, cuando en realidad creen que se dirigen al Océano Índico en busca de especias.
Los exploradores bautizaron este territorio como 'Tierra de Fuego', en referencia a las hogueras que los indígenas encendían por la noche.
Asalto en la "Isla de Los Ladrones"
Cuatro meses después de cruzar el Estrecho de Magallanes por fin divisan tierra y alcanzan la isla de Guam. Un paradisíaco territorio que es bautizado por Magallanes como 'La Isla de los Ladrones', porque los indígenas no dudan en subir a bordo y hacerse con herramientas. En un ataque de ira, el almirante portugués manda quemar las casas de los poblados y continúan ruta hacia Filipinas, a donde llega una semana después.
La muerte del almirante
Fernando de Magallanes es víctima de un conflicto interno entre los indígenas de Filipinas. Las vecinas islas de Cebú y Mactan mantienen una rivalidad en la que Magallanes toma posición. Ha pasado un mes justo al rey de Cebú, al que convierte al cristianismo y se declara súbdito del rey de España.
Tras estas muestras de lealtad, Magallanes se traslada a la isla de Mactan para acabar con el cacique Silapulapu. Confiado, acude solo con 49 hombres pero les esperan más de 1.500 hombres armados. El gran explorador muere en la Batalla de Mactán y aún hoy ese día es fiesta nacional en Filipinas.
Una invitación con trampa
Sin un líder al frente, la expedición parece hacer aguas. Al llegar a Cebú, Magallanes había trabado confianza con un indígena, al que convirtió al cristianismo y usó como intérprete con el rey.
Muerto Magallanes, el rey y el intérprete traman una conspiración contra los supervivientes y celebran un banquete. Pero solo acuden 24 hombres, incluidos los sucesores al mando Duarte Barbosa y Juan Serrano. Todos son asesinados a excepción de dos.
La tripulación zarpa con premura para ponerse a salvo y es así como la misión continúa. A falta de tripulación, queman 'La Concepción' para evitar ser perseguidos y la ruta continúa solo con dos naves.
Elcano continúa el sueño de Magallanes
Al frente de las dos naves que se han salvado está el portugués Juan Carvalho, pero ante su trato autoritario los tripulantes deciden erigir a Juan Sebastián Elcano como capitán de 'La Victoria' y a Gonzalo Gómez de Espinosa de 'La Trinidad'.
Tras deambular por dististintas islas, al fin llegaron a Tidore, una de las Islas de las Molucas, donde negociaron con el rey, al que llamaron Almanzor. Cargaron las bodegas de las dos naves con clavo y nuez moscadas. Logran así cumplir el sueño de Magallanes.
La expedición se divide en dos rutas
Un nuevo escollo sorprende a la expedición, cuando una fisura en el casco de 'La Trinidad' frena su avance. Elcano toma entonces el mando y parte en solitario desde las Molucas con solo 47 tripulantes y 13 indígenas. Espinosa y Carvalho se quedan en Tidore con 53 hombres. Una vez reparada la nave deciden ir hacia Panamá, pero son interceptados y secuestrados por los portugueses.
En su trayecto por los distintos archipiélagos los tripulantes avistaron por primera vez elefantes y rinocerontes asiáticos, dragones de Komodo, entre otras especies.
Los portugueses les hacen frente
Cinco meses después de que Elcano tomara el mando, doblan por fin el cabo de Buena Esperanza, actual costa sudafricana, tras nueve semanas intentándolo sin éxito y se dirigen al mistral sin repostar víveres.
Acumulan retraso al desviarse para intentar zafarse de los portugueses, que les seguían de cerca. Intentaban frenar la misión que acabaría con la primera vuelta al mundo. Pero la navegación sigue siendo dura y son muchos los hombres que mueren a bordo desde que parten de las Islas Molucas.
Muchas expediciones vieron mermada su tripulación por lo que llamaban "la peste del mar". El escorbuto es una carencia grave de vitamina C (ácido ascórbico). Una enfermedad provocada por la escasa y pobre alimentación durante las largas travesías en la mar y la imposibilidad de conservar a bordo frutas y verduras. Los marineros sufrían debilidad general, anemia, gingivitis y hemorragias cutáneas. La carne de membrillo que llevaban a bordo, reservada para los mandos de la expedición, salvó a Elcano de morir en la travesía.
Cabo Verde: cara y cruz
El escorbuto esta diezmando la tripulación y más de 20 hombres mueren antes de tocar tierra en Cabo Verde, colonia portuguesa, donde cargan de arroz la nave.
Allí intentan hacer creer a los portugueses que llegan de las Américas para no incumplir el Tratado de Tordesillas, en el que España y Portugal se repartían la explotación de las rutas marítimas. Un marinero indiscreto hace saltar la paz al contar que forman parte de la expedición de Magallanes.
Los navegantes españoles se ven obligados a huir de inmediato ante el peligro de ser detenidos pero solo 18 consiguen hacerlo a tiempo. En tierra quedan 13 hombres detenidos, de los que uno muere durante el cautiverio.
Juan Sebastián Elcano consigue despistar a los portugueses dirigiéndose a las Islas Azores en vez de a las Canarias, como sus perseguidores pensaban que haría.
La Tierra es redonda, el gran hallazgo de Elcano
Tres años después, la nao Victoria completa la Primera Vuelta al Mundo al atracar en Sanlúcar de Barrameda. De los 239 hombres que partieron, solo regresan victoriosos 18. El valor de las especias que transportaron no solo cubrió todos los gastos de la expedición, sino que además generó beneficios.
El sueño de Magallanes es completado por Elcano. Después de atracar en Sanlúcar, se dirigen a Sevilla, donde definitivamente desembarcan el 8 de septiembre de 1522. Completan una hazaña que crea el concepto de globalización y cuya historia conocemos gracias a Antonio Pigafetta.