La cruz de Camila. San José de Apartadó 2005
Con trece años Camila perdió a toda su familia. Los paramilitares y el ejército mataron a sus padres y cuando ya los habían asesinado un soldado preguntó qué debían hacer con los hijos (Natalia de 5 años y Santiago de veinte meses). Un alto mando militar ordenó acabar con ellos también para evitar que de mayores ingresaran en la guerrilla.
Cuando llega al pueblo, Camila ya no encuentra a su familia. En la foto pone una cruz al terreno donde yacen los restos. Unos meses después, cuando la joven acababa de cumplir quince años, entra en las FARC para vengarse de los asesinatos. Camila dejó la guerrilla con el tratado de paz. Hoy tiene una niña pequeña y ha retomado sus estudios porque su sueño es ser enfermera.
Foto: Jesús Abad