Los efectos especiales es el área donde más se ha tardado en romper el techo de cristal para que las mujeres se codeen con los mejores en los premios del cine español. Las primeras nominaciones no llegan hasta la 16ª edición, en 2002, y formando parte de equipos amplios. Ana Núñez (nominada en dos películas, Buñuel y la mesa del rey Salomón e Intacto), Carmen Aguirre y Montse Ribé (El espinazo del diablo) fueron las primeras mujeres en esta categoría. Núñez consiguió el galardón.
Una mujer no ganó el Goya a los mejores efectos especiales hasta hace dos ediciones, en 2019. Fue Laura Pedro, que ganó junto a Lluís Rivera por su trabajo en Superlópez. En esta 35ª edición de 2021, hay dos mujeres entre las cuatro parejas de nombres que compiten por la estatuilla.
En la categoría de mejor sonido, la primera nominación de una mujer llega en la 12ª edición, en 1998. Es Bella María Da Costa, nominada con Gilles Ortion (el director de sonido con más Goya, un total de ocho) y Alfonso Pino, por la película Secretos del corazón. Se llevaron el premio. Y en mejor dirección artística, la primera mujer en ser candidata llegó un año antes, en 1997: Ana Alvargónzález, por su trabajo en La Celestina. No ganó, y tuvo que esperar a 2010 para hacerlo, en la 25ª edición, con la película Pa negre. Ese año había otra mujer nominada, Brigitte Broch, por Biutiful.