Circo
Descubre en este vídeo 360º el circo de Tarragona, donde se celebraban las carreras de carros
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Ver ahoraEl circo, otro de los edificios de ocio de las ciudades romanas junto al teatro y al anfiteatro, estaba dedicado a las carreras de caballos. Eran el equivalente al fútbol hoy en día: el espectáculo que movía masas en el Imperio romano.
Los carros que competían podían estar tirados por dos, tres, o cuatro caballos, lo que se conocía como bigas, trigas y cuadrigas.
En Tarragona, su gran circo romano se construyó en tiempos del emperador Domiciano, hacia el año 100 d.C., donde se encuentra la Plaza de la Font, actualmente presidida por el ayuntamiento.
De planta alargada, el recinto medía 310 metros de largo por unos 120 metros de ancho. La pista para las carreras, llamada arena, se encontraba en el centro de la plaza actual; medía 290 metros de largo y hasta 77 de ancho.
Alrededor de la arena se repartían las gradas, con capacidad para acoger a unos 23.000 espectadores. La tribuna para las autoridades, que conectaba con la plaza del foro de la colonia, presidía la tribuna para autoridades.
En el extremo oriental de la arena se encontraba la puerta Triumphalis, y en el occidental las carceres, es decir, el lugar por el que salían los carros. Aún hoy se conservan parcialmente en el subsuelo del actual ayuntamiento.
Se puede imaginar cómo era el circo visto desde el exterior gracias a que aún existen tres de los 55 arcos que lo rodeaban, de unos siete metros de alto. En el pasado estaban cerrados con rejas que se abrían en los espectáculos y en su interior había espacios abovedados que servían como almacén y para otros usos.
De las gradas aún quedan algunos restos en la Plaza dels Sedassos, donde se puede apreciar las cimentaciones romanas, que fueron aprovechadas para levantar las casas.
Conoce los detalles arquitectónicos
del circo romano de Tarragona
Ingeniería Romana plantea el apasionante desafío de interpretar cómo era una próspera ciudad romana a través de los restos que perduran