Aldonza mantiene una relación amorosa con Fernando antes que éste se case con Isabel. Sabe de su carácter mujeriego, de hecho él ya ha tenido un hijo con otra noble de la corona. Y acepta que su amado se casará de acuerdo a los intereses políticos de su padre, Juan II de Aragón.
Tras conocer que la esposa escogida para Fernando es la princesa de Castilla, Aldonza, enamorada e intrépida, acompaña a Fernando durante un largo tramo de su viaje a Valladolid.
Se dice que cabalgó a su lado vestida de hombre y que, en el trayecto, engendró a su hijo varón. Su presencia es cuestionada por los consejeros de la princesa que les reciben a medio camino. Es entonces cuando la joven no tiene más remedio que despedirse de Fernando y regresar a su hogar.
Aldonza tiene un hijo, Alfonso de Aragón, y luego otra hija de Fernando, Juana. A pesar de estar casado con Isabel, Fernando siguió teniendo aventuras fuera del matrimonio.