Vivir en una chabola
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Actualidad Por Fátima Hernández

Vivir en una chabola

¿Cómo se desmanteló el mayor poblado chabolista de España donde vivían mas niños que adultos?. Puedes verlo aquí
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¿Qué es El Gallinero?

El Gallinero es un poblado chabolista en las afueras de Madrid donde llegaron a vivir 500 personas, más de la mitad niños. Estaba formado por familias que llegaron a España desde Rumanía para ganarse la vida. Terminaron viviendo en un descampado a 13 kilómetros de Madrid. Parecía una solución provisional pero se convirtió en el barrio de 200 niños que crecieron entre escombros y basura, rodeados de ratas, sufriendo inundaciones, frío y calor extremo. 

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Historias entrelazadas

La presencia de niños en el poblado removió conciencias. A medida que fue creciendo el número de chabolas empezaron a acercarse más voluntarios.
Stejar tiene nueve hijos
Stejar trabaja de vigilante. Hace turnos de noche para sacar algo mas de dinero. Tiene 9 hijos que se han criado en la chabola.
"Todo mi sueldo es para la familia, solo para comer y un paquete de tabaco, nada más". 
Los voluntarios
El movimiento vecinal siempre ha acompañado a las familias de El Gallinero, entre otros, los voluntarios de San Carlos Borromeo.
Uno de ellos es Jorge Fernández que les acompaña desde el principio, desde hace mas de doce años.
Despedida de El Gallinero
Racoare Stan, la esposa de Stejar, ha parido nueve hijos. 
Uno de ellos nos cuenta: "Mis hermanos son increíbles y tengo un montón. Son divertidos, me ayudan cuando lo necesito. La más mayor se llama Bianca y la más pequeña se llama Marta, que es un bebe de dos años.
Los escombros de las chabolas
Hay restos de muebles y algún juguete entre los escombros. Les pidieron que solo llevaran lo imprescindible para no trasladar las plagas de cucarachas a los pisos. Allí han quedado todos los momentos malos que han vivido.

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¿Cuántas personas viven en chabolas en España?

Según el último “Estudio-mapa sobre vivienda y población gitana” más de diez mil personas aún viven en chabolas en España. En los últimos 25 años ha bajado un 70 por ciento el número de personas que viven en asentamientos de este tipo. En el año 1991 eran más de 32 mil familias.




¿Dónde jugamos?

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Infancia y derechos

Uno de los retos conseguidos en el poblado ha sido la escolarización de los menores. No fue fácil, pero al final todos iban al colegio cada día. Había un aula-contenedor para que los niños hicieran sus tareas por las tardes. Durante todos estos años, los voluntarios les han ayudado con los libros. 
El poblado carece de sitios para jugar, pero la imaginación de los pequeños vence la realidad.

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¿Por qué se les traslada a una vivienda?

Como cualquier ciudadano español, si se demuestra, por medio del empadronamiento, que se vive en España, se puede optar a una vivienda social si los recursos económicos que tienen son mínimos. Llevaban más de doce años habitando este poblado con absoluta pobreza, en unas condiciones deplorables. 

De la chabola a...

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¿Dónde están ahora los que vivían allí?

En viviendas facilitadas por los servicios sociales del ayuntamiento y comunidad de Madrid. Quedaban unas treinta familias que las han repartido por Madrid, para evitar guetos. 10 de ellas, las que contaban con algún ingreso económico, pagan 65 euros al mes más gastos. Las otras 20 familias, las que no cuentan con nada, en viviendas compartidas supervisadas por las ongs Accem y Cruz Roja.

Miran ya al futuro. Sobre todo el de sus hijos. 
Según Javier Baeza, voluntario y cura de San Carlos Borromeo, las personas sólo podemos imaginar un futuro diferente al que vivimos, si tenemos unas condiciones mínimas, que empiezan por tener una casa,  un techo.