¿Cómo nos influyen las series y películas?
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Cultura Por RTVE

¿Cómo nos influyen las series y películas?

Compramos 'merchandising', hablamos como nuestros personajes favoritos y tememos los 'spoilers' sobre todas las cosas. Analizamos cómo estas producciones audiovisuales nos han cambiado la vida.
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¿Por qué consumimos más?


Netflix, Movistar Plus, RTVE A la carta, HBO, Amazon Series… Nos ponen en bandeja engullir películas y series de forma compulsiva y en ingentes cantidades. Quedarse en casa con una manta, palomitas y una serie empieza a ser el plan habitual de muchos españoles. De hecho, siete de cada diez españoles consumen series de forma habitual y más de la mitad reconocen que son “muy o bastante importantes” en sus vidas, según El Observatorio de Series.

No solo son importantes en nuestra vida como forma de ocupar nuestro tiempo de ocio. Con las series también forjamos parte de nuestro carácter y conducta. Esto nos lleva incluso a adoptar expresiones de nuestros personajes favoritos como el “eso dijo ella” de 'The office' o “Zas! En toda la boca” de Sheldom Cooper de 'The Big Bang Theory'. En definitva, somos en parte un reflejo de lo que vemos a través de las pantallas.

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¿Cuánto ha cambiado el consumo en 'streaming'?



Desde que en el 2011 aparecieron las plataformas de visualización en 'streaming', el número de usuarios ha ido en constante aumento dejando muy por debajo a los formatos de televisión tradicional. Esto, además, se traduce en un mayor número de espectadores total, lo cual beneficia en términos generales a la industria audiovisual. El paradigma audiovisual del 'broadcast' al que estábamos acostumbrados, que nos obligaba a seguir una parrilla de programación con sus correspondientes pausas publicitarias está decayendo frente al 'streaming', que le relega la batuta al espectador para que se cree su propia "parrilla".

Por supuesto, esto no significa que la televisión se vaya a morir (tal y como muchos alarmistas tratan de augurar), puesto que los programas informativos en directo cubren una necesidad del público como fuente fiable que es difícil de encontrar en la red. Lo que cambia es el tipo de público, porque se diversifica y porque cubrirá sus necesidades según la plataforma y formato que mejor le convenga.


“Esperar siete
días para ver un
 capítulo es
parte de un
modelo de
televisión del
siglo pasado”

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Las maratones ya no son sólo en el asfalto


El hecho de que los episodios de una temporada se suban de golpe y no con espacios temporales entre cada episodio fomenta el consumo maratoniano al que nos hemos actostumbrado. Según cambian los hábitos de los consumidores surgen nuevas necesidades y las empresas de comunicación deben buscar la manera de cubrirlas. Según comenta Raúl Castro, profesor en la Maestría de Antropología Visual de la PUCP: “Esperar siete días para ver un capítulo es parte de un modelo de televisión del siglo pasado”.

Esto hace que la televisión convencional deba adaptarse subiendo sus contenidos a la web o bien colaborando con alguna plataforma de streaming. Un ejemplo de eso fue el caso de RTVE cuando realizó un acuerdo con Netflix por la serie ‘El Ministerio del Tiempo’. 

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El consumismo emocional


No solo consumimos ese producto audiovisual, sino que además queremos llevar la misma camiseta que Sheldon Cooper, tener la taza de Harry Potter y un felpudo en nuestra puerta con el lema “Alohomora” o “Bienvenido al Lado Oscuro”. Hemos llevado el consumismo más allá de la pantalla hasta los comercios (por lo general grandes cadenas como Primark o Fnac), que generan ingresos de nuestro fanatismo. 

A veces el fenómeno que puede suponer un nuevo estreno arrasa con las existencias del 'merchandising' en las tiendas. Este fue el caso de la taza de Chip, que con el estreno del 'life-action' de 'La Bella y la Bestia' se agotó en un tiempo récord dejando a muchos con los dientes largos. Este tipo de productos suelen ser nuestra elección a la hora de hacer regalos navideños o de cumpleaños porque son accesibles y más personales, lo que les aporta un componente emocional.

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¿Cuánto se invierte en 'merchandising'?


Según las cifras aportadas por el último estudio de INFOADEX de inversión publicitaria, el 'merchandising' es el segundo medio no convencional en el que más se invierte en publicidad. Esto supone un 23,7% del total y una subida con respecto a la cifra del año anterior (1636,7 millones de euros) del 5,9%.

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De la ficción a la realidad

A través de festivales, ferias y convenciones no solo compramos nuestro merchandising favorito sino que también buscamos mezclarnos en el ambiente de nuestras ficciones. Los 'cosplays' ya no son cosa de frikis y todos acabamos haciendo cola para sentarnos en El Trono o hacernos una foto con los Stormtrooper. De hecho, hasta existe el Día del Orgullo Friki que se celebra cada año el día 25 de mayo para conmemorar el lanzamiento de la primera entrega de 'La Guerra de las Galaxias" en 1977. 

Además, el 4 de mayo se celebra el Día de Star Wars a raíz de una publicación del London Evening News en la que miembros del Partido Comunista felicitaban a la primera ministra Margaret Thatcher de la siguiente manera: "May The 4th Be With You, Maggie. Congratulations". Esto era un juego de palabras con "May the Force be with you", una de las frases más famosas de la saga de 'La Guerra de las Galaxias'.

Pero no solo se es friki dos días al año, puesto que hay muchos otros lugares y fechas que nos permiten dar rienda suelta a nuestra pasión por las series y películas. Entre estos lugares se encuentran los parques temáticos, de los que destacan con mayor asistencia aquellos relacionados con la industria audiovisual como Walt Disney Atraccions (en primer puesto) y Universal Parks and Resorts (en tercer puesto). 
Pero esta ambientacion ya no solo se limita a eventos puntuales, puesto que incluso bares y cafeterias se han apropiado de esta idea y decoran sus locales inspirándose en las series y películas más famosas. Algunos de los que hay en nuestro país los recogemos en esta lista.

Otro buen lugar son las convenciones y ferias temáticas que atraen a miles de visitantes. Queremos vivir una experiencia completa que solo tiene cabida en estos emplazamientos y, por un día, nos permitimos formar parte de esa comunidad. En estos lugares también se suelen unir la cultura comiquera, 'gamer' y 'otaku', que no necesariamente debes seguir para poder disfrutar del resto de eventos, puesto que suelen crear obras transmedia con los medios convencionales de cine y televisión.

En España contamos con varias citas señaladas como la Freakcon de Málaga, que se celebra en marzo y va dedicada a cómics, mangas, series de televisión y videojuegos. También tenemos la Cifimad, para los fans de la ficción y la fantasía y la Heroes Comic Con, ambas en Madrid. En este tipo de eventos no solo puedes comprar 'merchandising' o participar en sorteos, sino que se organizan firmas, 'meets and greets', charlas y debates para mantener un contacto cercano con los profesionales de la industria.


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Alerta, ¡'spoiler'!


El miedo a los 'spoilers' nunca había sido algo tan preocupante como hoy en día. Con el estreno de la última entrega de Los Vengadores incluso se llegó a las manos cuando un joven empezó a gritar en la cola del cine spoilers del final de la película. Nadie quiere que le cuenten el final y las redes sociales se convierten en un campo de minas en el que tendremos que sortear todo tipo de spoilers ocultos. Desde 'gifs' inocentes hasta 'memes' que se hacen virales, acabar cayendo en uno es inevitable.

Esto crea el miedo a ser el último en ver la película o serie de estreno y agiliza nuestra forma de consumo. Los episodios de Juego de Tronos se emitían a las 3 a.m pero podía más el miedo a los 'spoilers' al día siguiente que el sueño por dormir menos de ocho horas y 13, 6 millones de espectadores vieron el final en el momento que se emitió en todo el mundo.

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¿Por qué las redes sociales tienen un papel importante?

Las series y las películas nos han cambiado pero también nosotras a ellas. Alrededor de estas obras creamos comunidades mediante las redes sociales. En ellas debatimos sobre el último episodio emitido de nuestra serie favorita, teorizamos sobre como seguirá una trilogía de películas e incluso inventamos finales alternativos. Es nuestra manera de darle 'feedback' a las empresas para que sepan cuál ha sido la respuesta de los espectadores ante su obra.
 A veces, la comunidad puede presionar tanto como para cambiar el rumbo de las obras o incluso revivirlas, como ocurrió con 'Sense8' en Netflix. La serie había sido cancelada pero ante las numerosas quejas de los fans en Twitter, la plataforma se vio obligada a traerla de vuelta. 

Pero las redes sociales no sólo son un lugar de esparcimiento para los espectadores, sino también un buen lugar de fidelización e incremento de audiencias para las empresas. Es lo que se conoce como 'engagement' y Twitter es la red social que más compromiso crea entre los espectadores, por eso es habitual que al crear una serie o película se cree un 'hashtag' correspondiente para los usuarios.