En la mente de Mary Shelley
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Cultura Por Ana Belén García

En la mente de Mary Shelley

Se cumplen 200 años de la publicación de Frankenstein. Su autora fue una adelantada a su tiempo que se identificó con el monstruo marginado por la sociedad. 

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¿Quién fue Mary Shelley?

La británica Mary Shelley (1797-1851) fue hija del filósofo y político William Godwin y de la filósofa y pionera feminista Mary Wollstonecraft. Se crió en un ambiente profundamente literario y bohemio. Su madre murió al dar a luz pero su defensa de los derechos de las mujeres y de la libertad fueron el espejo donde siempre se miró la joven, que a menudo acudía a escribir a la tumba de Wollstonecraft. 

Prolífica editora, ensayista, articulista y dramaturga, la autora se fugó a Europa con el poeta casado Percy Shelley, y siempre mantuvo a toda su familia con sus escritos. 

Los historiadores han redescubierto a Mary Shelley como una de las principales figuras del romanticismo, creadora significativa por sus logros literarios y por su importancia política como mujer y militante liberal.​

El dolor, la soledad y el sentimiento de pérdida, sufrió la muerte de tres hijos sumada a su propia orfandad, atraviesan todas sus obras. Un espíritu que plasmó con tan solo 18 años en 'Frankenstein'. Foto: Getty Images vía Editorial Circe.

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¿Quién fue Mary Wollstonecraft?

La pensadora Mary Wollstonecraft fue una mujer excepcional. Superó una dura infancia y se hizo a sí misma. Primera corresponsal en cubrir la Revolución Francesa, alumbró el manual feminista ‘Vindicación de los derechos de la mujer’ (1792) que fue un gran éxito de ventas. 

Revolucionaria y transgresora, defendió a toda costa la independencia de las mujeres, que se encontraban completamente excluidas de la vida social en el siglo XVIII.

 “En su época quedó como proscrita, se habló de que fue madre soltera y no fue hasta los 70 que el feminismo recuperó su obra como la gran escritora que fue y entronca con todo el movimiento actual de Me too”, asegura Silvia Luis de la editorial Circe que ha publicado la biografía ‘Mary Wollstonecraft Mary Shelley’, que ahonda en la vida de ambas mujeres. Foto: Thinkstock

"El recuerdo de mi madre ha sido el orgullo de mi vida"

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Madre e hija: feminismo y libertad

Las escritoras fueron las dos caras de una misma realidad: valientes, apasionadas y visionarias. Wollstonecraft en su labor como pedagoga orientó su obra a las nuevas generaciones. Su radicalismo filosófico fue determinante para Shelley, alimentando su empeño de ser alguien en la vida y de crear una pieza maestra por derecho propio. 

La joven releyó todas los escritos de su madre y se aprendió muchos pasajes de memoria. Anheló aplicar sus principios, cumplir sus aspiraciones y sacar su legado de las sombras. "El recuerdo de mi madre ha sido el orgullo de mi vida", repetía la autora de Frankenstein como un mantra.

Madre e hija fueron marginadas y vilipendiadas pero no cejaron en su lucha feminista, a favor de la educación, el progreso y las buenas prácticas en la política. ”Shelley siempre se mostró culpable de la muerte de su madre que provocó su nacimiento. Siempre tuvo a su madre como heroína, como referente y siempre se planteó qué pensaría ella de su obra”, asegura la experta Silvia Luis. Foto: Editorial Circe.

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¿Cómo nació Frankenstein?

Frankenstein nació el verano de 1816, cuando una serie de románticos se reunieron cerca del Lago de Ginebra. El poeta Lord Byron propuso a los congregados, entre otros Mary y Percy Shelley, y su secretario, John William Polidori, escribir una historia de terror. Polidori y Mary Shelley fueron los únicos en cumplir con el reto: alumbraron dos seres únicos, el vampiro y Frankenstein. 

El germen de esta historia de fantasía sobre un ser mecánico y solitario partió de un sueño de Shelley sobre un monstruo y en su obsesión por lo sobrenatural. Las teorías sobre la capacidad de revivir a los muertos que circulaban en la época impresionaron a una joven Mary Shelley y su obra plantea cuestiones morales sobre los límites de la ciencia y la labor de los científicos. 

En el libro originalmente la criatura no tiene nombre. Un símbolo de su orfandad, alienación y de su carencia de sentido e identidad humana, tal y como se sentía la propia Shelley, no obstante, el monstruo “reconocía la división de la propiedad, las inmensas riquezas y la pobreza mísera", escribió la autora sobre la justicia social. Las interpretaciones filosóficas sobre Frankenstein son inagotables y la verdad solo se esconde en la mente de su creadora [Escucha en el siguiente Documentos de RNE todos los detalles sobre cómo se gestó Frankenstein]

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La figura de Shelley en el cine y la literatura 

El 200 aniversario de 'Frankenstein' ha recuperado la figura de la escritora. La película ‘Mary Shelley’, protagonizada por Elle Fanning, se estrenará en julio, pero también libros como la biografía de Charlotte Gordon, obras teatrales y cómics como 'Mary Shelley: La muerte del monstruo', bucean en su vida y compleja personalidad.

Si quieres echar un vistazo a través del tiempo, la cinta española 'Remando al viento' (1988) rememora la noche mágica en la que un grupo de escritores alumbró algunos de los mitos modernos del terror y la ciencia ficción. 

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Un mito universal

'Frankenstein' fue publicado bajo pseudónimo y no le reportó a la escritora ninguna ganancia. La autora no paró de escribir en una vida azarosa marcada por los vaivenes económicos, la lucha por sus ideas, las turbulencias emocionales a la sombra de Percy Shelley o la difícil relación con su padre. Fallecida a los 53 años, Mary nunca llegó a sospechar que el humanoide gigantesco gestado en su fértil imaginación se transformaría en un mito universal. Traducido a decenas de idiomas, la mayor parte del público se ha acercado al monstruo a través de sus múltiples adaptaciones teatrales o cinematográficas de las que se han contado hasta 150 versiones.