La construcción del proyecto exigió de 7 años, hasta que en 2011 se abrió al público la impresionante estructura que da cobijo a un museo arqueológico, un mercado y una plaza elevada con bares. El denso tejido urbano que rodea la plaza hace que este espacio se convierta en un lugar de encuentro del vecindario.

El elemento central es la mayúscula estructura de madera, una de las más grandes e innovadoras hasta ahora, y que está recubierta por poliuretano. Las Setas de la Encarnación, tal y como se conocen en la ciudad hispalense, ha transformado el espíritu de la ciudad.

El creador del diseño defiende que este edificio tan singular ayuda a crear identidad en la ciudad, algo que no consiguen las construcciones idénticas que se reproduce en ciudades dispares pero idénticas arquitectónicamente.