El Museo Soumaya de México tiene una de las estructuras más arbitrarias que en los últimos años se han construido. Su fachada curva de 10.000 m2 variaba en cada punto y su arquitecto, Fernando Romero, tuvo que contar con la ayuda de un software especial para preveer complicaciones en la construcción.
Cerca de 16.000 paneles de acero galvanizando, en forma de rombo, sujetan los 16.000 hexágonos que cubren la cubierta principal de este museo que se abrió al público en 2011. Un sueño de Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, que quiso que Ciudad de México tuviera una colección de arte internacional capaz de saciar el hambre de arte de los mexicanos.
La zona de exhición tiene más de 60.000 m2 repartidos en 6 plantas diferentes, en un espacio de acceso gratuito en una de las zonas más regeneradas de la capital mexicana.