'Drosophila melanogaster'
La mosca de la fruta (‘Drosophila melanogaster’) tiene en la superficie de su cuerpo un conjunto de pelos que actúan a modo de sensores mecánicos detectores de movimiento. Algunos de estos pelos más pequeños, denominados microsetas, se desarrollan a partir de un grupo de neuronas que son precursores de órganos sensoriales (POS).
Las células nerviosas que van a desarrollar estos pelos sensoriales se seleccionan durante la fase larvaria de la mosca dentro de grupos de 20-30 células, y la elección se realiza de forma que estos órganos sensoriales estén conectados a otras neuronas pero no directamente entre sí.
Foto: Ángel Navarro