El proyecto del arquitecto español Santiago Calatrava ganó el concurso público de 1994 para construir esta estación de cara a la Exposición Universal de Lisboa.

La característica principal de este proyecto que fue elegido por su funcionalidad, apertura y transparencia es su enrejado bosque de columnas metálicas, que te recibe a la entrada al hall de los andenes. El uso de un techo translucido y el empleo de altas columnas da una sensación de liviandad.

El objetivo de este megaproyecto era ordenar el tráfico ferroviario, de autobuses y peatones, además de integrar 2.000 plazas de aparcamiento. Lo más maravilloso es que Calatrava esconde bajo su arquitectura la monumentalidad de la escultura, en un proyecto abrumador.