Los retos del papa Francisco

En este primer año de papado Francisco ha levantado muchas expectativas. Cumplir con ellas es, tal vez, su mayor reto de ahora en adelante.

”La corte es la lepra del papado”

“Los jefes de la Iglesia a menudo han sido narcisistas, adulados por sus cortesanos. La corte es la lepra del papado”. Francisco ha iniciado la reforma de la curia, que reúne a los órganos de Gobierno del Vaticano y la Iglesia. El papa ha designado un G8, un consejo asesor integrado por ocho cardenales procedentes de todo el mundo, especialmente de América Latina y países pobres. Pretende así acabar con la “visión Vaticanocéntrica” que, a su juicio, ha mantenido hasta ahora la institución y que “descuida el mundo que nos rodea”.

Transparencia

Francisco también trata de poner freno a las oscuras finanzas de la Santa Sede. Para ello ha creado una Secretaría de Economía, una especie de ministerio en busca de la transparencia, así como un Consejo de Economía formado por ocho eclesiásticos y siete especialistas en materia financiera. En octubre de 2013, el Banco Vaticano publicó su primer informe anual en 125 años de historia.

Contra la pederastia

La pederastia en el seno de la Iglesia es, sin duda, el problema más grave al que se enfrenta Francisco en su papado. Su antecesor, Benedicto XVI, dio el primer paso castigando a los acusados de los abusos, tras años de críticas contra la cúpula de la Iglesia y a la que se ha acusado de haber ocultado estas prácticas. Bergoglio ha reformado el código penal de la Santa Sede y del Estado Vaticano que amplía los delitos contra menores, entre ellos la pornografía infantil y el abuso sexual. Aprobado a través de un decreto papal, se trata de una reforma histórica sobre una ley de 1929. Además del castigo a los culpables, el papa se ha centrado en proteger a los niños con propuestas tan comprometidas como la de investigar los antecedentes de todos aquellos religiosos que trabajen con niños.