CARTA ROSA CHACEL, (1965) - 2
se compondrá Barrio de Maravillas, si es que alguna vez llega a componerse.
Tengo el firme propósito de empezar el lunes a trabajar en mi autobiografía, que ya está bastante avanzada y que es cosa fácil de hacer. Si el propósito no se derrumba, a pesar de su firmeza, creo que puedo terminarla (mi autobiografía) en unos tres o cuatro meses, de modo que no sería imposible que saliese dentro del año próximo. Creo que – por razones que sería largo de explicar – tendría para ella editor rápidamente. Aunque son bastantes las probabilidades, me cuesta trabajo creerlo, pues en el tiempo que estuve en España ya creo haberle dicho que no pude encontrarlo para una segunda edición de Leticia. Los editores tienen un olfato sutilísimo para las posibilidades de venta de los libros, y esas posibilidades tienen estrecha relación con algo que, en cierto modo, se puede llamar moda. Quiero decir que es necesario que armonicen con la modalidad de la gente actual. Leticia me parece que concuerda poco con la juventud de ahora. Yo creía que Teresa tampoco iba a concordar, pero veo con alegría que ustedes la han acogido bien; tan bien, que me conmueve. Y no me retracto de haber dicho que nació en el olvido: estos veinticinco años pasados en él han sido el barbecho y ahora rebrota en ustedes. La diferencia que hay entre Teresa y Leticia es que cuando escribí la primera lo hice con todo el amor que mi protagonista me inspiraba y procuré llevarla a su máximo, a su clímax; Leticia, en cambio, como es mi retrato, dejé en ella esa especie de frialdad antipática que me caracteriza, esa corrección de marisabidillas, en la que se desenvolvió mi infancia. En la autobiografía lo verá usted centuplicado y más desnudo; quiero decir despojado de los hechos novelescos que amenizan la historia y que en la realidad no existieron. Pero si Leticia no concuerda mucho con la moda – con la modalidad – temo que La sinrazón concuerde menos. Sigue leyendo
Foto: RTVE