La literatura y la historia son clave para entender la trayectoria de Alberto. Desde joven, tuvo la suerte de contar con una biblioteca familiar muy extensa y con una madre apasionada por la historia. Así, García-Alix lee de manera incesante desde la adolescencia y lo sigue haciendo hoy en día.

Esas influencias las podemos observar de manera directa en su forma de narrar, ya sea a través de sus escritos, o en los guiones de sus vídeos, o en forma de microrrelatos en los títulos de sus fotografías: “El lugar de mi confesión”, “Tenemos algo en común”.

Son muchos los autores que le interesan pero hay dos que quizás sobresalen sobre los demás. Louis Ferdinand Céline por su prosa radical y, en especial por su libro Viaje al fin de la noche que ha acompañado a García-Alix como un referente constante y Joseph Conrad, por los personajes que se enfrentan a su destino. García-Alix ha homenajeado estos referentes en textos sobre la relación entre imagen y palabra, como El paraíso de los creyentes, o en fotografías como Homenaje a Conrad.

La historia también forma parte intrínseca de la vida y la obra de García-Alix. Fascinado por conflictos históricos como la Guerra Civil española o la II Guerra Mundial, o por personajes históricos como Napoleón.