Conquista de Granada: expulsión de los judíos
Tras la victoria en Granada, la Reina decide acometer la expulsión de los judíos y falsos conversos al no haber podido acabar con ellos con los métodos de la Inquisición. El 31 de marzo de 1492, Isabel y Fernando firma el edicto de expulsión que recoge la excepción de las conversiones.
Andalucía, pionera en la expulsión
La orden de expulsión se ejecutó primero en todas las ciudades, villas y lugares de Andalucía porque a juicio de los Reyes era “donde parece que habían hecho más daño”.
¿Eran los musulmanes antisemitas?
La Andalucía cristiana no fue la única en ver una animadversión hacia el judío. También en la Granada nazarí de Muley Hacén hacia 1480 hubo disturbios contra los judíos. Una crónica sefardí escrita por Aben Vergas cuenta la anécdota siguiente:
“Vivía en Granada un médico del rey llamado Isaac Amón, de bendita memoria. Todos los días iba al palacio real a tratar a sus pacientes y a aconsejar a su rey Muley Hacén y un día vio en la plaza a unos musulmanes que se estaban peleando. Isaac era prudente y quiso volverse atrás pero no pudo. Al pasar él por allí dijo uno de los musulmanes a uno de los que peleaban:
-¡Por la vida de nuestro Profeta, deja a tu compañero y no le persigas!
El que estaba peleando no le hizo ni caso. Entonces volvió a exclamar:
-¡Por vida del médico del rey, déjalo en paz!
Entonces lo dejó. Inmediatamente se reunieron todos los musulmanes y comentaron:
-¡Qué pena! ¡Fijaos hasta dónde ha caído nuestra religión! Le han jurado por la vida de nuestro Profeta y no ha hecho ni caso y cuando le han recriminado por la vida de un judío, entonces le ha dejado. Los judíos han levantado la cabeza hasta colocarla más alta que la de nuestro Profeta. ¡Levantemos nuestras espadas hasta exterminarlos!
Entonces los musulmanes de Granada tomaron sus espadas y atacaron a los judíos que tanto habían conseguido medrar en su ciudad y en su reino. Los principales huyeron a refugiarse al palacio real, donde el rey les protegió. Los pobres, muchos de ellos, murieron y otros huyeron de Granada.
A partir de aquél día los judíos principales de Granada, especialmente los médicos, cuando caminaban por la ciudad, trataban de pasar desapercibidos para no concitar las iras del pueblo que les odiaba por haberse
Abraham Seneor, banquero de la Reina, se salvó
Abraham Seneor fue uno de los tres notables judíos que se acogieron a la conversión que recogía el edicto de expulsión. Formaba parte de una rica familia, principal financiadora la guerra de Granada. Como agradecimiento, los Reyes Católicos apadrinaron su conversión en el cacereño Monasterio de Guadalupe, en donde asumió el nombre de Fernando Núñez Coronel. Desde ese momento y tras formar parte durante años de la Corte, se convirtió en miembro del Consejo Real, el organismo más alto de la Monarquía.
Otro judío cercano a la Corte, Isaac Ben Yudah Abravanel, conservó su antigua fe y eligió el camino del exilio, después de suplicar sin éxito clemencia a los Reyes.
Las claves del edicto
- 1. Expulsión definitiva y sin excepciones
- 2. Plazo máximo de 4 meses, hasta el 31 de julio de 1492
- 3. El incumplimiento supondría la pena de muerte y la confiscación de bienes
- 4. Se les prohibió sacar su fortuna en oro, plata, monedas, armas y caballos
- 5. Durante esos 4 meses, si pudieron convertir sus bienes en letras de cambio
- 6. Cuenta Alonso de Palencia que Andalucía 'quedó exhausta de oro y plata' porque 'los hombres, que erróneamente creyeron encontrar su salvación en la fuga, se llevaron cuantas riquezas pudieron, escondiendo otras muchas con la esperanza de regresar algún día'
CIFRAS
El número de judíos que fueron expulsados de España ha sido es desde hace décadas la cifra de la discordia, que oscila desde 70.000 hasta los 170.000 de algunos historiadores judíos. Autores del siglo XIX, como Joaquín Del Castillo y Mayone cifra en 2 millones el descenso de la población en España en ese siglo, entre los judíos expulsados y los cristianos establecidos en América.
El campamento de Santa Fe. Para mostrar que los granadinos que estaban allí para quedarse los reyes Católicos levantaron en apenas 80 días un campamento de piedra y ladrillo donde instalaron su corte. Allí no solo esperaron la rendición de Boabdil y se firmó la rendición de Granada; también se firmaron las condiciones por las cuales se financiaría el viaje a las Indias de Cristóbal Colón, que acabaría llevando al descubrimiento del Nuevo Mundo.
> La Granada de Isabel< La toma de Baza